Procesos automáticos y controlados. ¿Qué son y para qué sirven?
Todos los días recibimos gran cantidad de información. Lo que conocemos, a dónde vamos, qué comemos y lo que compramos, son datos que quedan almacenados en distintos lugares durante nuestros recorridos cotidianos. Por ejemplo, nuestras compras quedan almacenadas en facturas físicas y electrónicas que llegan instantáneamente a nuestro correo luego de completar una transacción. Google Maps rastrea y guarda nuestros recorridos y lugares visitados. Estos son ejemplos de procesos automáticos. Te contamos más aquí
Procesos controlados
Con base en conceptos tomados de la psicología, hablamos de procesos controlados, cuando requieren de toda nuestra atención, pues nuestras acciones son completamente intencionales. Si decidimos, por ejemplo, aprender a montar bicicleta, sabemos que es necesario prestar atención al camino, tener conciencia de dónde están los frenos, cómo funciona el manubrio y las marchas.
Procesos automáticos
Los procesos automáticos no requieren de nuestra plena conciencia, sino de una parametrización previa. Pensemos por un momento en el timbre de un colegio. El mecanismo está sincronizado con el reloj para sonar en horas específicas, indicando la entrada a clases, los recesos y la salida. Nadie está pendiente de accionarlo, sino que se activa de manera autónoma.
Para qué sirven
Por una parte, los procesos controlados constituyen modelos y esquemas de aprendizaje que requieren supervisión y retroalimentación, pues siempre son susceptibles de mejorar. Por lo general resuelven cuestiones complejas que requieren de nuestra plena atención, conciencia y capacidad de deliberación e interpretación para finalmente, decidir.
Por otra parte, dentro del campo de la psicología, los procesos automáticos refieren a esquemas de repetición que hacen que nuestro cerebro los interiorice para que se lleven a cabo de manera inconsciente. En tanto que, en relación con la tecnología, la automatización suple la mayoría de tareas operativas de menor complejidad: contestar el teléfono, responder un mensaje o mandar correos electrónicos masivamente, es posible a través de softwares y asistentes virtuales.
La automatización de procesos incide directamente en la eficiencia de una empresa y en la productividad de sus empleados, agiliza las interacciones entre usuarios y negocios. De acuerdo a Verint la automatización bien ejecutada reduce los costos de los empleados a tiempo completo en un 26%, lo que equivale a 9 millones de dólares en ahorros. Aligerar las cargas de trabajo con herramientas inteligentes significa, por ejemplo, reducir la creación de informes administrativos en un 3%.
Al mismo tiempo que se aceleran las interacciones en las empresas, las tecnologías enfocadas en soluciones de contactabilidad recopilan información y estadísticas en tiempo real que contribuyen a ensamblar estos informes e interpretar dichos resultados de cara a tomar mejores decisiones en relación con los datos.
Un buen ejemplo automatización son las respuestas automáticas en WhatsApp o Instagram. Te invitamos a ver este breve video.