Qué aprender de los niños para mejorar el servicio al cliente
Durante el mes de junio se conmemora el día del niño. En un mundo empresarial cada vez más competitivo, las compañías están constantemente buscando nuevas formas de brindar un excelente servicio al cliente para diferenciarse de la competencia. Curiosamente, podemos aprender valiosas lecciones de los niños, que en su forma de interactuar con el mundo evidencian una serie de atributos aplicables en servicio al cliente. En este artículo, exploraremos algunas de estas cualidades y cómo inciden en esta área. Acompáñanos en este viaje para descubrir el poder de los niños y su influencia en estas actividades.
Autenticidad
Los niños son conocidos por su autenticidad y su capacidad de mostrar emociones genuinas. En el servicio al cliente, esta cualidad es esencial para establecer una conexión emocional con ellos. La autenticidad permite crear confianza y construir relaciones sólidas. Según un estudio de Harvard Business Review, el 64% de los consumidores se sienten más leales a una marca cuando perciben una conexión emocional con ella.
Por ejemplo, imagina una situación en la que un cliente está frustrado debido a un problema con su producto. Un representante de servicio al cliente que muestra empatía y autenticidad al reconocer la frustración del consumidor/cliente, puede ayudar a calmar sus emociones y encontrar una solución satisfactoria.
Curiosidad
Los niños tienen una innata curiosidad por el mundo que los rodea, siempre haciendo preguntas y buscando aprender algo nuevo. En el servicio al cliente, la curiosidad nos impulsa a entender mejor las necesidades y expectativas de nuestro nicho. Al hacer preguntas relevantes, podemos obtener información valiosa y personalizar la experiencia del cliente.
Imagina lo siguiente: Un consumidor potencial llega a una tienda de electrónica buscando un televisor. Un representante de servicio al cliente curioso puede preguntar sobre el tamaño de la habitación, el uso previsto y las preferencias del cliente para recomendar el televisor adecuado. Esta actitud curiosa muestra al cliente que su satisfacción es una prioridad.
Resiliencia
Los niños a menudo se enfrentan a desafíos y fracasos, pero tienen una increíble capacidad para recuperarse rápidamente y seguir adelante. En el servicio al cliente, la resiliencia es crucial para manejar situaciones difíciles y resolver problemas de manera efectiva.
Si un cliente se queja de un retraso en la entrega de un paquete, un representante de servicio resiliente no solo se disculpa, sino que también busca activamente una solución, como ofrecer un reembolso parcial o una entrega exprés. Esta actitud muestra al cliente que sus preocupaciones son tomadas en serio y que se está haciendo todo lo posible para resolver la situación.
Honestidad
Los niños suelen ser muy directos y honestos en sus interacciones. Esta cualidad es altamente valorada en el servicio al cliente, pues siempre se espera recibir información precisa y confiable. La honestidad crea transparencia y construye una base sólida para infundir y acrecentar la confianza
Supón que alguien pregunta sobre las características de un producto y sus limitaciones. Un representante de servicio al cliente honesto no exagerará las capacidades del producto, sino que brindará información precisa y destacará sus ventajas y desventajas. Esto permite que el posible comprador tome una decisión informada y se evite decepciones en el futuro.
Aprendiendo del enfoque natural de los niños hacia el mundo, podemos aplicar cualidades como la autenticidad, la curiosidad, la resiliencia y la honestidad en el servicio al cliente. Estas cualidades no solo ayudan a construir relaciones sólidas y duraderas con los clientes, sino que también generan lealtad y aumentan la satisfacción. A veces, las respuestas más valiosas se encuentran en la mente de un niño. Utilicemos el poder de la simpleza, un poder presente en los niños para potenciar las relaciones con nuestros clientes actuales y futuros.