Inteligencia artificial: una realidad de película
Han pasado más de 20 años desde el estreno de Inteligencia Artificial, una película dirigida por Steven Spielberg, que es además un homenaje a Stanley Kubrick, el también director de cine. La idea de este proyecto de ciencia ficción nació en la década de los setenta. Spielberg y Kubrick conversaron sobre hacer este filme de manera conjunta, sin embargo para la época, la imagen por computadora usada en el cine no era la mejor y Kubrick no veía en el horizonte alguien que pudiera interpretar el papel de David, un prototipo de robot desarrollado por “Cybertronics” en New Jersey con el objetivo de parecerse a un niño de verdad que exprese sentimientos y emociones humanas.
El futuro es hoy
Para 1995 se entregan los derechos de la película a Spielberg. Stanley Kubrick moriría cuatro años después sin alcanzar a ver el proyecto terminado; el papel de David fue interpretado por Henry Joel Osment, que alcanzó notoriedad y fama en “Sexto Sentido”. Si bien la película aborda una realidad distópica para la época, a día de hoy resulta una anticipación de lo que lo que atraviesa el mundo. Casi todos los sistemas vinculados con servicios tienen inmerso algún grado de inteligencia artificial; Deténgase a pensar por un momento en los canales de cobro en línea, módulos para agendamiento de citas en el sistema sanitario, transacciones bancarias en plataformas financieras, asistentes virtuales integrados en teléfonos celulares e inclusive los cajeros automáticos que encuentra en la calles de su ciudad, todo esto es producto del desarrollo de inteligencia artificial.
La realidad apocalíptica que describe esta ficción cinematográfica dramatiza la convivencia entre humanos y máquinas, a nosotros, los humanos, nos lleva a pensar en todos los beneficios que ha traído y en cómo nuestra vida en el mundo se ha vuelto más sencilla gracias a ello. Largas filas en el banco, supermercados u hospitales en busca de atención, productos o servicios, son escenas cada vez menos frecuentes y aunque queda mucho por hacer, caminamos hacia la automatización.
La película exhibe los primeros intentos de lo que inglés se llama machine learning approaches. Estas primeras aproximaciones consisten en identificar tendencias del comportamiento humano, también el comportamiento de los consumidores y los patrones operacionales de un negocio, si se lo aplica dentro del ámbito empresarial. Estos aprendizajes pueden ser supervisados, lo que supone la programación de algoritmos para tareas específicas, no supervisados, lo que supone que los algoritmos se entrenan para encontrar conexiones relevantes dentro de volúmenes de datos para arrojar predicciones y recomendaciones.
El machine learning semi supervisado mezcla datos etiquetados, es decir alimenta el algoritmo con datos clasificados y depurados pero el modelo es libre de explorar dichos datos y desarrollar su propio entendimiento de ellos Finalmente el reinforecement learning, de acuerdo a lo mencionado por TechTarget es el sistema utilizado por científicos de datos para enseñar a una máquina a completar un procesos basados en reglas definidas y en varios pasos para arrojar señales positivas o negativas, sin embargo la mayor parte del algoritmo decide autónomamente que pasos seguir a lo largo del camino esto permite el desarrollo de lo que se da en llamar evolutionary computation o computación evolucionaria que es una familia de algoritmos que busca la optimización global de cualquier tarea inspirada en la evolución biológica.
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Automatización para el progreso
La tecnología que se desarrolla con un fin social debe estar siempre al servicio de los humanos, su intención será hacer de lo complejo algo sencillo, ahorrar tiempo, recursos y reducir riesgos en todos los órdenes de la vida. El informe sobre inteligencia artificial para el bien social en Latinoamérica publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo, recoge una serie de estadísticas relevantes para el campo en la región; es así que para la economía en un país en desarrollo, la implementación de inteligencia artificial significa un “aumento del 14% de la riqueza en los mercados emergentes”.(Estevadeordal et al. 2018). La educación, salud, nuevos negocios y sistemas de gobierno, son sectores que se verían potenciados con la implementación de AI (Artificial Intelligence) por sus siglas en inglés.
A diferencia de la película en donde se sugiere que una creación robótica se parece cada vez más al ser humano, y cuestionando abiertamente la idea de que la máquina reemplace al hombre en un futuro, la intención de estos sistemas de inteligencia es vincularse con el ser humano para ayudarlo a crecer, entendiéndolo cada vez más. Resulta inconcebible que la tecnología y sus procesos evolutivos reemplacen por ejemplo, la orientación pedagógica de un maestro o el apoyo de un médico especialista en una cirugía compleja.
La automatización consciente implica que en una operación difícil las probabilidades de éxito aumenten debido a que hoy en día, gracias a la inteligencia artificial, se manejan equipos laparoscópicos con herramientas quirúrgicas mecánicas que incrementan considerablemente la posibilidad de aciertos, así como reducen el riesgo de muerte en intervenciones médicas. Un proceso menos invasivo implica la rápida recuperación de un paciente y menor tiempo de espera para otro que requiera atención. Si quieres conocer más sobre IA su aplicación y evolución te invitamos a leer esta nota.
Los procesos de automatización en la actualidad, se expresan en el desarrollo de robots como asistentes de voz para gestionar cuestiones específicas, de entre las que se destacan el agendamiento de citas médicas o gestiones de cobranza. Estos robots, menos complejos que David, el robot humanoide de la película, también pueden integrase con populares sistemas de mensajería en WhatsApp y Facebook. Los llamados chatbot, pueden cumplir la misma función de un asistente de voz dentro de estas plataformas.
Un ejemplo palpable de buen uso de inteligencia artificial en el campo educativo se hace evidente ahora mismo con la implementación de campus virtuales y herramientas telemáticas de comunicación que han reemplazado de manera emergente las aulas de clase convencionales en el contexto de la pandemia del COVID-19.
Escenarios prometedores
La perspectiva del estado de la inteligencia artificial para el bien social desarrollada por el BID, pone a Chile como líder en la región pues se ha logrado implementar estrategias digitales y de datos dentro de una infraestructura y conectividad sólidas para el desarrollo de inteligencia artificial en cuatro campos fundamentales: gobierno, academia, sociedad civil y ecosistemas de emprendimientos. El país mantiene un porcentaje de desarrollo superior a 70 puntos en casi todos los campos, exceptuando este último donde alcanza el 50%, cifras que muestran un camino indetenible y en constante crecimiento.
Ejemplos como, The Not Company que utiliza inteligencia artificial para recrear sabores, texturas y colores de varios productos de nuestra alimentación. O las postulaciones y lecturas que gestiona Aira una empresa chilena de reclutamiento, reflejan la evolución en diversos sectores empresariales de está tecnología.
En particular en Elipse Inteligencia Artificial y en proyectos como Hora Fácil hemos procurado reinventar la forma en la que las empresas se contactan con sus clientes empleando Inteligencia Artificial. Como a varias empresas en la región, nos mueve hacer tecnología de calidad con impacto social. Si te interesa conocer más sobre este tema te invitamos a leer nuestra nota sobre Omnicanal Automatizado